El solo hecho de pronunciar el nombre de este insecto ya suele provocar en quien lo escucha cierto escalofrío recorriéndole la espalda acompañado de una mueca en la boca en inconfundible gesto de repugnancia. Y si la innombrable ya es visible, corresponde una huida inmediata del lugar mientras en el aire se propaga un interminable eco: “¡mátala, mátala, mátala…!”
La aversión a las cucarachas no solo se debe a su aspecto -del que nos ahorraremos los detalles- sino que está justificado en buena medida, ya que son uno de los mayores agentes transmisores de enfermedades. Pueden propagar varias patologías simplemente al entrar en contacto con alimentos o utensilios de cocina.
¿Pero qué hacer si vemos una cucaracha en nuestra inmaculada casa?
De más está decir que salir pitando del lugar para poner distancia entre la agresora y uno no es lo más recomendable. Antes de que haya saltado el resorte de nuestra huida la cucaracha ya ha emprendido la suya a mayor velocidad y en sentido contrario.
No sólo la velocidad es una de sus armas. Estas fierecillas de vida nocturna utilizan técnicas evasivas muy eficaces, por lo que difícilmente verás dónde se han metido. Y si lograras ver una por el día, entonces la situación puede ser muy alarmante.
La cucaracha alemana (‘cucaracha rubia’, ‘cucaracha germánica’, ‘cucaracha del café’) es la plaga más común entre las cucarachas. Son persistentes y se reproducen con rapidez. Una vez que aparecen, si no se toman medidas para controlarla, pueden infestar rápidamente un edificio completo. Es la especie más común y se la encuentra en casas, departamentos, supermercados, restaurantes… Hacen sus nidos en lugares húmedos y oscuros, tales como: grietas y hendiduras, debajo de los electrodomésticos de la cocina y de los fregaderos, detrás de los rodapiés y molduras, en los agujeros de una pared o en la despensa. En los edificios comerciales es habitual encontrarlas dentro de recipientes de cartón, cajas de madera o debajo de los palés.
Otro tipo de cucarachas comunes en el hogar son la asiática y, últimamente también, la americana.
Atender a las condiciones de limpieza, eliminar las fuentes de agua y comida, así como mantener el orden son medidas ineludibles para eliminar las cucarachas y protegernos de futuras plagas. También nos ayudara a exterminar cucarachas el sellar cualquier hueco por donde puedan entrar desde otros espacios exteriores; reparar cualquier elemento sanitario que gotee; revisar artículos tales como cajas de envío, mochilas escolares y bolsas de comestibles para evitar que cucarachas viajeras se cuelen en casa.
Por otro lado, existen infinidad de productos en el mercado como aerosoles insecticidas, cebos y geles para cucarachas, trampas para cucarachas, ahuyentadores de cucarachas. Pero siempre habrá que seguir las instrucciones del fabricante a la hora de usarlo para que no afecte a nuestras mascotas o termine contaminado nuestros alimentos.
En Bricolemar podrás encontrar productos ecológicos para acabar con las cucarachas, tanto en formato de gel como de trampa, sin dañar el medio ambiente.
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