Esta semana te mostraremos qué es la corrosión y cómo evitarla. Este modo de daño de los materiales puede afectar el desempeño de alguna actividades de nuestro día a día.
Aunque la corrosión es principalmente un problema en construcciones e instalaciones industriales, no se debe desestimar de las actividades del día a día. Debido a esto, este tema siempre se trata desde una perspectiva científica y técnica y se brinda muy poca información a quienes pueden sufrirla en el hogar o en cualquier lugar donde se realicen actividades diarias.
¿Qué es la corrosión y cómo evitarla?
El concepto de corrosión
La corrosión es el deterioro de un metal como resultado de reacciones químicas entre él y el ambiente circundante. Tanto el tipo de metal como las condiciones ambientales, particularmente los gases y demás fluidos que están en contacto con el metal, determinan la forma y la velocidad de deterioro.
Una mala noticia es que todos los metales son susceptibles de corroerse. De ellos, el hierro puro es uno de los que más rápido se corroe. El acero inoxidable por su parte, que es una combinación de hierro con varios elementos, es más lento para corroerse y es por ello que se usa con tanta frecuencia en utensilios de cocina y demás.
Existen otros metales que son denominados nobles que son mucho menos reactivos y por tanto son muy difíciles que se puedan corroer. En adición, estos metales son muy escasos en la naturaleza, como por ejemplo el paladio, plata, platino y oro. Ésta es una de las razones por las cuales el valor de estos metales es tan alto, y no son tan utilizados para fabricar utensilios de uso diario.
Tipos de corrosión
Existen varios tipos de corrosión que le pueden ocurrir a los distintos metales. A continuación, te describimos algunos de los tipos de corrosión más comunes:
- Corrosión general: es la forma más común de daño corrosivo que ataca toda la superficie de un metal y es causada por reacciones químicas y electroquímicas. Si bien este tipo de corrosión generalizada puede causar daños al metal, también es un problema conocido y puede predecirse.
- Corrosión localizada: este tipo de corrosión ataca sólo a porciones de la estructura metálica. Este tipo de corrosión a su vez puede dividirse en tres:
- Corrosión por picadura: es la corrosión que produce pequeños agujeros en el material. Le suele ocurrir al acero inoxidable.
- Corrosión por hendidura: es el tipo de daño corrosivo que ocurre en lugares donde se puede encontrar un líquido estancado, como en el caso debajo de las empaquetaduras.
- Corrosión filiforme: es el daño producido por el agua que se puede encontrar debajo de revestimientos como la pintura. Esto trae como consecuencia, debilidad en la estructura.
- Corrosión galvánica: este tipo de daño se produce cuando dos metales distintos se encuentran en contacto y dentro de un medio (líquido) como el agua salada. Debido al medio, las moléculas del metal menos noble, viajarán hacia el metal más noble y como consecuencia, el primero se verá afectado por la corrosión. Este tipo de daño muy lento es el principio científico de las baterías.
Entonces ¿cómo evitar la corrosión?
Ya conociendo qué es la corrosión, queda por saber cómo evitarla ya que aún cuando es un proceso generalmente natural, puede llevar a la pérdida de propiedades mecánicas y a la degradación estética de los distintos materiales. Ésta, puede afectar todo tipo de elementos en el material, desde cadenas, cerraduras y piezas complejas de un motor, hasta piezas simples como tornillos.
Para evitar que este daño se inicie y se propague, afectando a nuestros utensilios en el hogar, jardín y donde quiera que estemos, aquí tenemos unos consejos para prevenirla:
- Para evitar la corrosión: trata de adquirir productos fabricados en materiales como aluminio o acero inoxidable, cuando se tenga en cuenta que estos productos van a estar sometidos a la intemperie.
- Mantener secas las superficies metálicas: para evitar que se produzca un ambiente favorable para la corrosión es recomendable mantener las superficies del metal, lo más secas posibles previendo de esta manera, que el agua se estanque o produzca un ambiente favorable a la corrosión.
- Usar barreras contra la humedad: cuando se almacenan herramientas, utensilios o demás productos por mucho tiempo en alacenas, estantes o cualquier otro lugar del hogar, es posible que la humedad penetre estas áreas. Por eso es recomendable utilizar dehumidificadores y otros productos para absorber la humedad.
- Los componentes eléctricos también deben limpiarse: existen cajas de interruptores, cableado y demás que se encuentra muy expuesto a la intemperie. Si en épocas lluviosas, estos componentes no se secan o se les mantiene un mínimo de cuidado, pueden verse comprometidos por la corrosión.
- Utilizar recubrimientos de grasa: especialmente efectivo en procesos como el mantenimiento de herramientas, o también para la limpieza de cadenas y componentes de coches o maquinaria en general. Utilizar grasa o aceites sobre las superficies metálicas las mantendrán permanentemente lubricadas y lejos de los efectos nocivos de los ambientes favorables a la corrosión.
- Pintar los materiales: una forma muy efectiva es utilizar pinturas especiales, a base de aceite para mantener el metal siempre aislado de la intemperie. Se debe tener cuidado de secar muy bien la superficie antes de pintar.
Existen diversos productos en el mercado, diseñados para múltiples tareas, entre las que se incluyen la protección contra la corrosión. Productos como los lubricantes son los primeros que se deben buscar para combatir esta agresiva forma de daño.
Siguiendo estos sencillos consejos, se puede alargar por mucho la vida de los metales que componen las diferentes herramientas, los utensilios y demás productos metálicos que se pueden encontrar en el hogar.
Con toda esta pequeña guía será posible prevenir la corrosión de los metales. ¿Conoces algún otro método para detener la corrosión? ¿o tienes alguna duda sobre este proceso y sobre cómo evitarlo?. Deja tus comentarios más abajo.
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Muy bueno e interesante artículo! :)